En este sentido, la presencia de amor o romanticismo resulta esencial. "Los hombres y las mujeres que mantienen relaciones sexuales sólo con parejas 'románticas' puntúan de forma similar que los abstinentes, en las distintas mediciones educativas [...] Sin embargo, en los que se limitan a 'acostarse' con personas hacia las que, según ellos mismos, no existen estos sentimientos, las notas son bastante peores".
Aunque reconocen que determinadas relaciones sí pueden tener efectos perjudiciales sociológicos y/o psicológicos, los expertos resaltan que el mero hecho de posponerlas en el tiempo tampoco hace que estas personas sean inmunes a sufrir estas consecuencias más adelante. "Y es más, algunos estudios incluso han encontrado consecuencias positivas del sexo en la adolescencia, desde tener una alta autoestima hasta unos menores niveles de delincuencia", añaden.
El trabajo insiste, por tanto, en la importancia de tener en cuenta el contexto en el que se producen los encuentros sexuales. Y apoya lapromoción de programas más amplios que no se centren sólo en la abstinencia como método de educación sexual.
"La sexualidad es una parte esencial del proceso de maduración[...] Si se crea un ambiente normativo que deslegitime la sexualidad adolescente en todos los contextos, perderemos la oportunidad de conferir legitimidad moral a la actividad sexual que tiene lugar dentro de una relación, una situación que es muy poco probable que afecte al ritmo escolar", concluye.
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